EL AZÚCAR
ORIGEN
El azúcar no era conocida en la antigüedad. Ninguno de los libros antiguos la menciona. Los profetas sólo consignan unas cuantas cosas sobre la caña de azúcar, un raro y caro lujo importado de tierras lejanas.Los dulces, que encontramos en las escasas referencias de la alimentación de los hebreos en la Biblia que encontramos,por ejemplo,sabemos que los dulces si no eran fritos en aceite de oliva, se cocían y se aderezaban con miel, y se salpicaban de semillas aromáticas,ya que se desconocía la existencia del azúcar,como hemos dicho antes.
Se atribuye al imperio persa la investigación y el desarrollo del proceso que solidificó y refinó el jugo de la caña, conservándolo sin fermentación para posibilitar su transporte y comercio. Esto ocurrió poco después del año 600 de nuestra era y comenzó a usarse como medicina. En esa época, un trocito de azúcar era considerado como una rara y preciada droga. La llamaban
sal India o
miel sin abejas y se importaban pequeñas cantidades a un gran costo. Herodoto la conocía como
miel manufacturada y Plinio como
miel de caña.
El azúcar era un producto muy caro en la edad media, y el consumo era por lo tanto muy moderado. La caña de azúcar podía ser cultivada en las partes más del sur de Europa y la remolacha de azúcar estuvo ausente durante varios siglos más. El edulcorante más común era la miel, también frutas secas y los mostos de uva (una especie de sirope). Para las clases más favorecidas existía el mazapán y los anillos de naranja secos (muy populares en Francia e Italia desde el siglo XIV). Se empleaban algunos tipos de caramelos, servidos generalmente tras las comidas. Para aquellos que no podían recolectar el azúcar o la miel, existía la posibilidad de las chirivías y los nabos como fuentes alternativas y viables de edulcorar ciertos platos.
El azúcar se produce a través de un proceso químico a partir del jugo de caña o de remolacha, eliminando toda la fibra y las proteínas que forman el 90% de dichas plantas.
En su libro
Veneno en el alimento, el Dr. Lezner describe el proceso de extracción del azúcar en los siguientes términos:
Las remolachas se cortan en trozos después de lavarlas y luego se lixivian. Para dejar limpio el líquido que contiene el azúcar, se le añade cal. En este momento, la reacción alcalina destruye casi todas las vitaminas. En el líquido, mezclado con cal viva, se introduce dióxido de carbono, para así precipitar la cal. El líquido "saturado" se conduce hacia las bombas de filtración que separan las el líquido azucarado de las impurezas. Tras otro tratamiento con sulfato de calcio, por el cual el ácido sulfúrico lo decolora hasta dejarlo casi blanco, se hierve el líquido hasta que espesa. Una centrifugación permite separar el jarabe del azúcar crudo llamado melaza, un producto que contiene muchas sustancias que no son propias del azúcar.
La melaza se utiliza para preparar una sustancia similar al alcohol de quemar y para alimentar al ganado. En las refinerías, este azúcar crudo se ha de transformar todavía en azúcar común o de consumo, para lo cual ha de pasar por varios procesos más de limpieza con carbonato de calcio, de blanqueo con ácido sulfúrico, de filtración a través de carbón de huesos y de cocción hasta obtener los cristales.
ETIMOLOGÍA
Los orígenes más remotos de la palabra azúcar se hallan en el sánscrito
çarkara, de donde pasó a la lengua persa como
sakar, y de ésta, al griego
sakharon. Del griego pasó al árabe como سكر
/sukkar/ y, más tarde, al árabe hispánico السكر
/assúkkar/; finalmente, en el siglo XIII, llegó al castellano como azúcar.
A partir del español, la palabra fue incorporada al catalán y al francés con la forma
sucre, así como al portugués con la grafía
açúcar. Desde el francés, se propagó al inglés
sugar, al alemán
Zucher, al búlgaro shelker, al danés
sukker, al holandés
suicker, al polaco
cukier, al rumano
zakar, al ruso
zakharu, al sueco
socker y al turco
sukker.
MECANISMO DE ACCIÓN Y FORMAS DE EMPLEO
Como es sabido, las funciones cerebrales dependen de los niveles de glucosa. La falta de este combustible cerebral puede ocasionar desde
hipoglucemia hasta
esquizofrenia debido a que el cerebro se encuentra "hambriento" de glucosa. El azúcar refinado es una glucosa bastante simple que por su misma composición no requiere de un largo proceso de digestión, el hígado prácticamente no tiene que sintetizarla y por lo mismo llega con asombrosa rapidez al sistema nervioso.
Para que el organismo funcione en condiciones óptimas, la cantidad de glucosa sanguínea debe estar en equilibrio con la cantidad de oxígeno sanguíneo.
Refiriéndose a los efectos psíquicos del consumo del azúcar, el Dr. M.O. Bruker, explica que la elevación en los niveles normales de glucosa ocasionada por su ingestión, se experimenta como una leve euforia. Las consecuencias del regreso a los niveles normales, es decir, la baja de glucosa, se halla en relación directa con la cantidad de azúcar consumida. Si ésta fue baja, la sensación es de una leve disforia. Entre mayor haya sido la cantidad, la baja estará más cercana a experimentarse como una sensación depresiva que William Dufty ha dado en llamar
sugar blues (tristeza del azúcar).
Lo que normalmente suele ocurrir a toda persona que consume azúcar en forma cotidiana, es que sus niveles de glucosa se mantienen permanentemente por encima del nivel regular, es decir, rara vez se experimentará una baja hacia la auténtica normalidad en los niveles de glucosa. La mayoría de la población mundial literalmente vive bajo los efectos del azúcar sin saberlo y sin notarlo. Este desequilibrio permanente está siendo asociado con diversas enfermedades nerviosas, especialmente en los niños.
EFECTOS PSICOLÓGICOS Y FISIOLÓGICOS
Como ya se indicó en los mecanismos de acción, la ingestión de azúcar suele experimentarse como una leve euforia. En su
Primer Manual de Nutrición Consciente, Laura Urbina lo explica en los siguientes términos:
Mientras la glucosa es absorbida por la sangre, nos sentimos animados. Un estímulo veloz. Sin embargo, a este impulso energético le sigue una depresión, cuando el fondo se desprende del nivel de glucosa sanguínea. Estamos inquietos, cansados; necesitamos hacer un esfuerzo para movernos o incluso pensar. Hasta que se eleva de nuevo el nivel de glucosa… Podemos estar irritables, hechos un manojo de nervios, alterados. La gravedad de la crisis doble depende de la sobredosis de glucosa. Si continuamos tomando azúcar, una nueva crisis doble empieza siempre antes de terminarse la anterior. Las crisis acumulativas al final del día pueden ser enloquecedoras. Tras varios años con días así, el resultado final son glándulas adrenales enfermas, agotadas no por exceso de trabajo, sino por un ajetreo continuo. La producción de hormonas, en general, es baja. Las cantidades no se amoldan. La alteración funcional, desequilibrada, se refleja en todo el circuito endocrino. Muy pronto el cerebro puede encontrarse en dificultades para distinguir lo real de lo irreal; estamos expuestos a volvernos precipitados, cuando el estrés se interpone en el proceso, nos desmoronamos porque no tenemos ya un sistema endócrino sano para enfrentar cualquier contingencia. Día a día nos encontramos con una falta de eficiencia, siempre cansados, nada logramos hacer, realmente sufrimos los “sugar blues” (o depresiones del azúcar)… Puesto que en algunas personas las células cerebrales dependen totalmente de la taza de azúcar en la sangre en cada momento para alimentarse, son quizás las más susceptibles de sufrir daños. La alarmante y creciente cantidad de neuróticos en el mundo lo evidencia claramente. No todos llegan al final. Algunas personas empiezan con glándulas adrenales fuertes; otras no. Los grados de abuso de azúcar y de melancolía varían, sin embargo, el cuerpo no miente - si se toma azúcar, se sienten las consecuencias.
Ya son varios los especialistas que atribuyen al azúcar los índices cada vez más elevados de niños hiperactivos, la inhabilidad para aprender y diversas alergias. El estudio del historial diario de los pacientes diagnosticados como esquizofrénicos revelan que su dieta es excesivamente alta en azúcar y otros elementos que estimulan la producción de adrenalina como la cafeína y el alcohol.
En cuanto al aspecto físico, se sabe que la ingestión continua de azúcar provoca la aparición de caries y ennegrece los dientes. En personas con glándulas adrenales débiles puede afectar el páncreas hasta causar diabetes. En algunos casos el abuso continuado conduce a la hipoglicemia.
En personas sanas, se relaciona también con el aumento de peso ya que el azúcar es un carbohidrato y el exceso de los mismos se convierte en grasa. Se ha encontrado también que al consumir azúcar el cuerpo elimina el calcio en mayor cantidad, de tal manera que el organismo se ve forzado a sustraerlo de los huesos y los tejidos que son las únicas partes en donde lo almacena el cuerpo. El desgaste de calcio en huesos causa que se vuelvan porosos y frágiles, lo cual finalmente conduce a la osteoporosis.
El consumo constante de este psicoactivo también atrofia el rendimiento de las glándulas, causando poca secreción de hormonas o alterando la composición química de las mismas, puesto que se ha podido comprobar que el azúcar afecta la correlación de minerales en el organismo. Por último, estudios recientes vinculan al azúcar con problemas en el sistema inmunológico, tal como lo denuncia la doctora Nancy Appleton en Lick the sugar habit:
Una de las substancias aparentemente inofensivas y sin embargo una de las que mayores problemas crea al atacar nuestro sistema inmunológico es el azúcar. Los macrófagos quedan atorados en el azúcar y se imposibilita su acción. La misión de los macrófagos consiste en destruir, bloquear y activar la inmunidad cuando detectan la presencia de una toxina, un virus o una bacteria… Cada vez que ingerimos azúcar, aunque sea tan poco como dos cucharadas, las proporciones de minerales entran en desbalance. Este desbalance a su vez, en personas ya enfermas, puede durar horas y a veces ya no se recuperan. Cuando los minerales del cuerpo están en desbalance día tras día, año tras año, posiblemente por generaciones, la habilidad del cuerpo para volver a su homeostasis está agotada. El cuerpo ya no puede volver a su armonía o balance… Resulta pues increíble que las autoridades del Departamento de Salud Pública de diferentes Naciones sigan manteniendo al público en la total ignorancia. Lo más que se ha conseguido es obligar a indicar en la etiqueta de los productos industriales si contienen azúcar, cosa que aparece prácticamente en el 90% de los mismos ya que ¡incluso los productos salados son conservados en azúcar!
POTENCIAL DE DEPENDENCIA
Considerablemente alto. La dependencia es de tipo psicológico y físico. Su síndrome de abstinencia se experimenta hasta después de varias semanas de haber descontinuado totalmente el uso de azúcar y alimentos que lo contengan. Sus síntomas incluyen depresión, fatiga, nerviosismo, ansiedad por comer alimentos dulces, falta de concentración, alergias e hipertensión. En grado extremo la dependencia al azúcar se presenta como hipoglucemia, en cuyo caso una privación de alimentos dulces puede conducir a ataques fatales.
¿Qué hacer en caso de emergencia?
En una crisis de hipoglucemia, se presenta una súbita baja de glucosa sanguínea que ocasiona sudor, temblor, ansiedad, taquicardia, dolor de cabeza, sensación de hambre, debilidad, convulsiones y en casos extremos, convulsiones y muerte. El individuo que presente una crisis de este tipo debe ingerir de manera inmediata glucosa o alimentos que contengan azúcar suficiente para restablecer los niveles.
HECHOS INTERESANTES
RÉGIMEN LEGAL ACTUAL
El azúcar es un psicoactivo legal de uso irrestricto que se produce y se vende por toneladas, ya sea en forma pura o incorporada a una enorme cantidad de productos alimenticios y farmacéuticos.
LA EVOLUCIÓN DEL CONSUMO DE AZÚCAR
A lo largo de los dos últimos siglos, ningún comestible ha experimentado un crecimiento cuantitativo tan acelerado como el azúcar. En 1800, la producción anual mundial se situaba en menos de 250,000 toneladas, cifra que se elevó hasta alcanzar 10 millones de toneladas en 1900. A fin de siglo la producción se calcula en 92 millones. El consumo por persona y año ha ido aumentando principalmente en los países industrializados de América y Europa.
EL AZÚCAR Y LA ESCLAVITUD

En opinión de William Dufty ,
ningún otro producto ha influenciado tan profundamente la historia del mundo occidental como el azúcar. En su libro
Sugar Blues narra la aparición del azúcar refinado en los mercados internacionales y sus consecuencias. A ello atribuye diferentes sucesos históricos de grandes repercusiones económicas, comenzando por una resurrección de las Cruzadas. Dufty presenta un extracto de una carta enviada en 1306 al Papa Clemente V, en donde se le insta a seguir una estrategia para vencer a los árabes con ayuda del dulce: "En el país del sultán el azúcar crece en grandes cantidades y de éste los sultanes obtienen grandes ingresos e impuestos. Si los cristianos pudiesen hacerse con esas tierras, se haría mucho daño al sultán y al mismo tiempo el Cristianismo estaría totalmente abastecido desde Chipre". Ante aviesas informaciones de ese tipo, el cristianismo muerde el fruto prohibido y comienzan los siete siglos de su reinado en la tierra. El historiador británico Noel Deer, por ejemplo, asegura que al contar la historia de la esclavitud, no es exagerado calcular que se comerciaron 20 millones de africanos y dos terceras partes de ellos se pagaron con azúcar.
En 1444 los portugueses llevan 235 esclavos negros de Lagos a Sevilla, donde se venden como esclavos. Diez años más tarde el Papa bendice el tráfico de esclavos y a partir de entonces, éstos se utilizan para hacer crecer las plantaciones de caña de azúcar en Madeira y las Islas Canarias. Los holadeses aparecen en esta historia alrededor del año 1500, fecha en que construyen la primera refinería de azúcar en Amberes. La caña de azúcar en bruto se embarca desde Lisboa, las Islas Canarias, Brasil, España y la Costa de Marfil para ser procesada en Amberes. El azúcar se exporta al Báltico, Alemania e Inglaterra.
Para 1560, Carlos V estrena los esplendorosos palacios de Madrid y Toledo construidos con los impuestos del comercio del azúcar. Por esas fechas, la corona británica comienza a hacerse del monopolio instalando capataces en las islas que ha conquistado en el Caribe y encargándose del tráfico de esclavos hacia ellas para cultivar caña de azúcar. Tal es el caso de la actual Jamaica.
Con el jugo fermentado de la caña de azúcar en crudo, los esclavos inventan el ron, que los británicos no vacilan en comercializar para obtener más esclavos. También lo introducen a sus colonias norteamericanas, donde suelen darlo a los indios a cambio de preciadas pieles que luego venden en Europa. Hacia el año 1660 el comercio de azúcar y ron se ha vuelto tan provechosos que los ingleses están dispuestos a emprender la guerra para mantener su control. Las actas de navegación tienen como meta prevenir el transporte de azúcar, tabaco o cualquier otro producto de las colonias de Norte América a cualquier otro puerto fuera de Inglaterra, Irlanda o posesiones británicas.
Es por ello que a través de guerra y paz, depresión y prosperidad, sequías e inundaciones, el consumo de azúcar ha crecido firmemente en todo el globo terrestre. «
No es posible que jamás haya habido un desafío más drástico para el cuerpo humano en toda la historia del hombre, y sin embargo, sigue siendo muy poco lo que se habla de la nocividad del azúcar. Y no es porque mucha gente no lo sepa, sino porque es enorme el interés comercial por el azúcar.»
A mediados del siglo XVIII, cuando Francia se ha situado ya en las primeras filas del comercio de azúcar y ésta representa su principal fuente de exportaciones, el filósofo Claude Adrien Helvetius escribe: "
No llega un tonel de azúcar a Francia sin manchas de sangre. Ante la miseria de estos esclavos, toda persona con sentimientos debería renunciar a estas mercancías y rehusar al placer que proporciona algo que sólo se puede comprar con las lágrimas y muertes de criaturas desgraciadas."
LA APARICIÓN DE NUEVAS ENFERMEDADES GRACIAS AL AZúCAR
El doctor Robert Boesler escribe en 1912: "
La moderna manufactura del azúcar nos ha traído enfermedades totalmente nuevas: escorbuto, diabetes, hipoglicemia, hiperactividad y esquizofrenia. El azúcar que se vende no es nada más que un ácido cristalizado concentrado. Como antiguamente el azúcar era tan caro que sólo los ricos podían permitirse su uso, consistía, desde el punto de vista de la economía nacional, algo inconsecuente. Pero hoy, cuando debido a su bajo costo, el azúcar ha causado una degeneración humana, es el momento de insistir en un esclarecimiento general."
En 1929 el doctor Frederick Banting, descubridor de la insulina, asegura que su descubrimiento es un simple paliativo, no una cura, y que la única forma de prevenir la diabetes es cortando el uso del azúcar: "En los Estados Unidos, la incidencia de diabetes ha aumentado proporcionalmente con el consumo per cápita de azúcar. Con el calentamiento y recristalización del azúcar natural de caña, algo queda alterado convirtiendo a los productos refinados en alimentos peligrosos.".
Dufty afirma que la diferencia entre las enfermedades "costosas" como el cáncer y las "baratas" como las provocadas por la adicción al azúcar es crucial para la salud financiera del estamento médico.” El tratamiento para el sugar blues (hipoglicemia o diabetes) es una propuesta de corte individual. Despréndase usted del azúcar refinada en todas sus formas y adiós cuentas al médico y hospital.
EL COMPORTAMIENTO DE LOS NIÑOS HIPERÁCTIVOS FRENTE AL AZÚCAR Y LA MANIPULACIÓN GENÉTICA.

A esta droga se le ha vinculado con el comportamiento negativo de los niños desde la década de 1920. La idea de la relación causa-efecto comenzó a ganar aceptación en los setenta, cuando varios estudios y reportajes sugirieron que el azúcar incrementaba la hiperactividad en los niños ya de por sí hiperactivos.
De acuerdo con los diferentes estudios analizados por la doctora Nancy Appleton, la investigación clínica de niños hiperactivos y psicóticos, y de otros con lesiones cerebrales e inhabilidad para aprender, tiene por cuadro sintomatológico: "una familia cuyo historial de diabetes es anormalmente elevado; una inusual incidencia de elevación de glucosa sanguínea o hipoglicemia funcional en los mismos niños, indicando que sus sistemas no pueden procesar el azúcar y una dependencia por un alto nivel de azúcar en las dietas de los propios niños que no pueden asimilar."
No obstante, éste y otros reportes similares han sido descartados por publicaciones médicas como The New England Journal of Medicine, para quien "la conexión no ha sido probada". Preocupados porque "en la actualidad, sin embargo, muchos padres tratan a la conexión azúcar-comportamiento como un hecho", un equipo de médicos institucionales se dio a la tarea de volver a revisar los estudios existentes para efectuar un análisis global. La publicación médica expuso que "el nuevo meta análisis intentó ir más allá de los resultados de pequeños estudios ubicándolos en un grupo mayor para que los efectos menos obvios fueran expuestos a la luz." Se supone que los variados estudios evaluaron el efecto del azúcar en numerosos factores, incluyendo estado de ánimo, desempeño académico, habilidades de aprendizaje, agresión y comportamiento general. Lo que en realidad ocurrió con este examen es una clara muestra de la manipulación que puede sufrir un estudio científico para obtener los resultados que de antemano se pretenden alcanzar cuando hay intereses económicos de por medio.
Resulta que los investigadores basaron sus estudios comparativos únicamente en dos grupos de niños, a uno se le dio azúcar y al otro, en lugar de privarlo de dicha droga y de los alimentos que la contienen, se le suministró endulzantes artificiales; así pues, los exámenes se efectuaron entre niños que consumieron azúcar y niños que consumieron endulzantes artificiales; es decir entre dos grupos de niños con niveles alterados de glucosa debido a una u otra droga y no como debió haber sido: entre uno o dos grupos de niños usando azúcar y/o endulzantes artificiales y otro grupo de niños privados del consumo de ambas clases de drogas.
Debido a estas desviaciones en la investigación, el meta análisis médico concluyó triunfalmente que "Aparte de dos observaciones extremas que resultaron ser insignificantes para el análisis final, no se encontraron diferencias entre los niños que consumieron dosis de azúcar y aquellos que tomaron endulzantes artificiales." O sea que lo único que verdaderamente prueba el reporte es que no hay diferencias substanciales entre usar azúcar y usar endulzantes artificiales. No obstante, bajo el manipulador y deshonesto título de "El azúcar no afecta el comportamiento de los niños", los resultados del reporte fueron publicados y ampliamente difundidos a nivel mundial durante el año de 1996. La recomendación final del reporte es que "el azúcar no tiene efectos negativos en el comportamiento y el aprendizaje de la mayoría de los niños y no existe justificación para retirarles los alimentos dulces solamente por esa razón."
Karina Malpica.la autora del blog del que saqué la información cuenta su experincia personal:
Estuve viviendo y trabajando alrededor de seis meses en el Centro de Alta Conciencia Tepozcahuic (CACT), en Tepoztlán, Morelos, México. Era un lugar dedicado a la práctica y difusión de doctrinas místicas y terapias naturales, por lo que dentro de sus reglamentos internos, estaba prohibido consumir, además de cualquier tipo de droga, azúcar y productos industrializados. El menú diario constaba de frutas, verduras, cereales, algunos productos hechos con harinas integrales, miel y complementos alimenticios de origen natural. No experimenté ninguna reacción adversa al dejar el azúcar, quizá porque el simultáneo cambio alimenticio elevó de manera impresionante mis niveles de energía física y vitalidad.
No obstante, cuatro meses después de mi ingreso al CACT, fui a visitar a mi familia en la Ciudad de México. Era el cumpleaños de Daniel, mi hermano menor, por lo que había en casa un delicioso pastel de chocolate. Sin pensarlo me comí una rebanada y alrededor de una hora y media después, sentí una extraña ansiedad y sin ningún motivo me dieron ganas de llorar. Quince minutos después, cuando tales sensaciones desaparecieron por completo, tan súbitamente como legaron, se me ocurrió que ello podría haber sido una consecuencia directa del impacto del azúcar dentro de mi desintoxicado organismo.
Poco después se lo comenté a Laura Urbina, una naturópata amiga mía, quien confirmó mis sospechas y me proporcionó las primeras fuentes bibliográficas que consulté al respecto, mismas que ella estaba utilizando para su libro de Nutrición Consciente que apareció poco después. Ella conocía otros casos de personas que al desintoxicarse totalmente del azúcar y productos que lo contienen, habían experimentado episodios de ansiedad similares al que yo tuve, o reacciones físicas tales como aparición de pequeñas úlceras bucales o leves problemas en la piel, tras volver a comer algo azucarado después de meses de no hacerlo.
Cuando salí del CAT, cambié de forma de vida y poco a poco volví a incorporar el azúcar a mi dieta normal, igual que antes... Pero como subí bastante de peso y mi mamá y mi abuela han sufrido de diabetes, intento consumirla lo menos posible, cosa que no es fácil, porque si te pones a mirar las etiquetas de los productos que compras, te das cuenta de que esta droga es casi omnipresente pues aún las cosas más insospechadas la enumeran entre sus ingredientes...
MI EXPERIENCIA PERSONAL
He sufrido tantísimo con la candidiasis ,que literalmente sufro de ver que los demás comen azúcar refinado tan ricamente.Está claro que el tomar azúcar nos provoca sensaciones muy placenteras.Cuando comento lo perjudicial del azúcar siempre obtengo la misma respuesta: “Si,ya,pero es que está tan bueno...”
Evidentemente muchísima gente,la enorme mayoría no considera el azúcar tan perjudicial,lo ven como una exageración,pero simplemente porque se nos ha vendido desde siempre que es fuente de energía,en campañas en la televisión etc.Se nos ha hecho creer que es muy necesario en nuestra dieta.
Si hay que considerarla droga o no,ahí ni entro ni salgo en el sentido de que no soy médico ni tengo estudios o pruebas físicas a aportar, pero por mi experiencia personal puedo decir que sí,yo así lo he sentido y siento todavía hoy después de haber superado la candidiasis.Sobre lo de si es perjudicial,soy tajante.Pero si no es una droga,explicadme porqué entonces esa resistencia tan grande al cambio y el esfuerzo tan grande que supone dejarlo.
¿Creéis todo lo que se nos dice en los medios de comunicación?¿Todo?¿No buscáis,ni investigáis por vuestra cuenta?El azúcar es un negociazo,ya hemos visto que hasta su historia es muy oscura con esclavitud y sangre de por medio.Mucho capital en juego,se ha de incentivar su consumo.
En mi blog creo que estoy demostrando que se pueden adaptar las recetas poniendo miel y panela y a partir de ahora stevia y melazas de cereales.
Invito a la gente que se deshaga por completo del azúcar,pero no hay voluntad de cambio,como en muchas cosas en esta vida,nos dejamos arrastrar.... es simplemente dejarse llevar.
La opinión general es que el problema no es del azúcar,si no del mal uso que hacemos de él,porque abusamos de su consumo.No es cierto.Aunque moderásemos el consumo de azúcar seguiríamos consumiendo un producto químico, vacío y que daña a nuestro organismo¿Por qué entonces no sustituirlo por stevia o melazas de cereales o sirope de agave?¿No es de una lógica aplastante?
Hay gente que sabiendo que me curé de la candidiasis, me pregunta porque tienen síntomas de la cándida:hongos vaginales, diarreas,fatiga..Yo siempre digo que quiten el azúcar de su dieta,pero por completo y verán los cambios.Y no hace falta que sea gente enferma,yo lo recomiendo a todo el mundo.
Una anécdota:Estaba en Safi,en Marruecos,disfrutando de unos dias maravillosos con una amiga de allí,después de tanto sufrimiento y estar anímicamente y físícamente tan débil,estar allí me animó,tanto, tanto que,soy humana,caí en la tentación,después de 10 meses sin probar nada de azúcar,ni nada dulce(ni fruta,ni arroz,ni patatas...)me comi unos pocos garbanzos garrapiñados de un puesto callejero.Bueno,literalmente se me subió a la cabeza,me emborraché,empecé a reir sin parar,y todo me daba vueltas,todo era maravilloso....Aquello no venía a cuento de nada,y sólo me faltaba como en los musicales dar saltitos en plan coreografía de Bollywood por la medina.Imaginad la cara de mi amiga marroquí!
Yo sé lo que es tener mono de algo dulce y mis amigas se reían cuando lo contaba, pero yo me lanzaba literalmente a la calle en busca de lo que fuera y si me pillaba en sábado que ya iban a cerrar (porque me entraba la ansiedad de saber que hasta el lunes no podría conseguir nada de dulce y al vivir en un pueblo las tiendas cierran y se acabó ,nada más abierto) la sensación era de nerviosismo total,sensación de que no podría aguantar todo el fin de semana.Era realmente ansiedad.Luego ya comprendí que la cándida está pidiendo su alimento,estaba en un círculo vicioso y lo peor de todo era que no era para nada consciente de lo que me pasaba.He llegado a entrar a un supermercado ,una vez dada de alta, y temer a caer de nuevo,a tener una recaida,pero no,como digo en mi presentación,con unos hábitos sanos y con mucha información, ya no se quiere volver a donde se estaba.Pero el temor siempre está ahí.
Soy consciente de que esto sólo lo puede entender quien lo haya pasado,pero....Sacad vuestras propias conclusiones.
Fuente:Las drogas tal cual...una investigación de karina malpica.Blog
La caja negra